La actriz nuevamente no atraviesa un buen momento. Mientras pasa sus días internada en un centro de rehabilitación, sus padres podrían divorciarse la semana que viene, para colmo.
Nicole Richie, la hija adoptiva del cantante Lionel Richie, se declaró este viernes culpable de conducir ebria en un juzgado en Glendale, por lo que ha sido condenada a cuatro días de cárcel, una multa de más de 2.000 dólares (1.500 euros) y a asistir a un curso de educación sobre el alcohol.
Por otro lado, Lindsay Lohan, que curiosamente se dio a conocer en un espacio televisivo infantil y con cuya imagen se han fabricado muñecas para niñas, no ha dejado de dar que hablar desde que fue detenida por segunda vez bajo sospecha de conducir en estado de embriaguez y posesión de cocaína.
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